Cuidar en casa

Cuidar a un ser querido, independientemente de la situación en la que se encuentra, supone un esfuerzo y en ocasiones puede generar un importante desgaste físico y emocional. Pero sin duda, se trata de un gesto de generosidad y empatía hacia la persona que nos necesita.

Esta labor no siempre puede resultar gratificante pero nos permite acercarnos más a la persona que queremos y fortalecer nuestra relación. En circunstancias donde la enfermedad está avanzada y la complejidad de la situación es notable, la mejor dosis de cuidado la podemos proporcionar a través del respeto y el cariño. 

Teniendo en cuenta estos aspectos, queremos ayudarte ofreciéndote algunas sugerencias  que puedes poner en práctica:

  • Sois un equipo y, por tanto, debéis tomar las decisiones entre ambos/as, sin excluir a tu familiar, sobre todo si tenéis que valorar aspectos sobre su cuidado y su situación. 
  • Favorece en todo momento la autonomía de tu familiar: permítele que siga haciendo las cosas que hacía, que colabore con las tareas y actividades diarias, en la medida de lo posible. Aunque en ocasiones pretendas aliviarle de cargas asumiendo tú más responsabilidades, recuerda que a todos nos gusta sentirnos útiles y que podemos ayudar. En esos momentos, no des cosas por sentado, pregúntale que quiere y que puede hacer.
  • Siguiendo las indicaciones de los profesionales sanitarios que le atienden, puedes prestar atención y proporcionarle cuidados para los síntomas o efectos secundarios que puedan aparecen a causa de algunos tratamientos que esté recibiendo, así como cualquier otro cuidado de carácter más general.
  • Cuando tengas alguna duda, pregúntale qué necesita o en qué le puedes ayudar, así podrás proporcionarle la atención y los cuidados que precisa. 
  • Podéis hablar y compartir  abiertamente vuestras emociones, es más, ocultarlas no suele conducir a nada bueno y puede generar desconfianza o distanciamiento entre vosotros/as. El hecho de que sintáis y expreséis que tenéis miedo o estáis enfadados, tristes, preocupados, contentos por algo bueno que ha ocurrido,… no va a hacer que el cáncer evolucione a mejor ni a peor. Todas las emociones son buenas y tienen su función, permítete a ti y a tu ser querido hablar de todas ellas. 
  • Dedicad espacios para hacer cosas juntos/as y con las que os sintáis bien (ver películas, leer la prensa, hacer manualidades o labores...). Disfrutad de todos los buenos momentos que podáis y daros mucho cariño y afecto, sin duda será lo que más os reconfortará de esta experiencia tan dura por la que estáis pasando. 
  • Haced uso del sentido del humor, de manera adecuada y con tacto. Hasta en los momentos más complicados podemos encontrar situaciones que nos hagan reír.
  • Manteneos al día de las cosas que pasan en el mundo, os ayudará a no sentiros al margen y a prevenir el aislamiento. 
  • Panificad las visitas. Respeta el ritmo y las necesidades de tu familiar, tendrá días en las que no tendrá ganas de visitas ni llamadas. Y puede que tú tampoco tengas, respeta también tus necesidades.
  • Haced un repaso de tu casa o de la de tu ser querido y pensad en todas aquellas medidas que podríais tomar para prevenir accidentes: iluminación adecuada, señalización de escalones si los hubiera, evitar las alfombras, el baño y la cocina que estén despejados, una buena organización de la casa, etc. 
  • Pide ayuda siempre que lo necesites, no somos ni superhéroes ni superheroínas, y en ocasiones necesitaremos la colaboración de otros familiares y/o amigos o la ayuda de profesionales externos. También puedes consultar nuestro apartado dedicado a ayudas prácticas para cuidadores. 
  • Y por supuesto, cuídate. Siempre que puedas practica tus aficiones, distráete con las cosas que te gusta hacer, comparte con tus allegados tus sentimientos, intenta mantenerte activo/a, lleva una alimentación sana y equilibrada, escucha música, pasea, lee, descansa, etc. Si tú estás bien, podrás cuidar mejor a la persona que quieres. 

 

Y si en algún momento crees que un especialista puede ayudarte, ponte en contacto con nosotros. 

En la AECC ponemos a tu disposición un equipo de médicos, psicólogos y trabajadores sociales que pueden orientarte de forma gratuita en todos aquellos aspectos que consideres oportunos. Puedes solicitar una cita en la sede de tu provincia, llamar a Infocáncer (900 100 036) o a través del  consultorio online

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