Este miércoles 22 de octubre, la Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid, de la mano de la doctora Estíbaliz García, responsable de Prevención, ha tenido el honor de protagonizar una charla de prevención del cáncer de mama en la Delegación del Gobierno en Madrid. El acto ha sido abierto por Pilar Trinidad Núñez, subdelegada del Gobierno en Madrid.

En su intervención, la Dra. Estíbaliz García ha hecho especial hincapié en la detección precoz: los programas de cribado empleados de cara a la prevención de cánceres como el de cérvix (cuello uterino), el colorrectal o el de mama. “La detección precoz salva vidas”, ha asegurado la doctora. En los casos en los que la alarma salta a tiempo, “hay una probabilidad de curación prácticamente del cien por ciento”.

En el caso de la prevención del cáncer de mama, la herramienta principal es la mamografía, que en ocasiones se complementa con una ecografía o con una resonancia magnética (cuando, por diversas razones, la primera prueba no ofrece información clara).

A este respecto, desde la AECC se recuerda que “la autoexploración no puede nunca sustituir a una mamografía”, ya que una vez que se detecta alguna anomalía en una autoexploración, ya no estaríamos hablando de estadio precoz: las mamografías, en cambio, pueden avisar hasta tres años antes.

Tras analizar los principales factores de riesgo (tabaco, alcohol, mala alimentación, peso y falta de ejercicio), una de las preguntas de las asistentes a la charla ha ido dirigido precisamente a lo que, por desgracia, es uno de los temas del momento: ¿cómo debería funcionar correctamente el sistema de cribados, y cómo ha podido fallar tanto, por lo que se sabe hasta este momento, en el sistema público de salud andaluz?

La Dra. Estíbaliz García lo ha sintetizado en cuatro pasos. El primero es la cobertura: es esencial que todas las mujeres puedan acceder al cribado en el sistema público de salud. El segundo es la participación: las mujeres no solo tienen que recibir la carta (cuando estén en la franja de edad establecida), sino que tienen que haber sido sensibilizadas previamente, y también tienen que demostrar responsabilidad para acudir a la cita.

El tercer paso es el segundo llamamiento en caso de resultado sospechosos, para ampliar información y poner nombre y apellido a la posible lesión. El cuarto y último paso es la notificación del diagnóstico con celeridad, acudir a la consulta y que la paciente sea incluida en los equipos de tratamiento.

En el episodio de la sanidad pública andaluza, lo que ha quedado demostrado es que el tercer paso, ese en el que hay que realizar un segundo llamamiento en caso de resultados sospechosos, ha fallado y ha dejado indefensas a más de dos mil mujeres.

La Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid tiene la esperanza de que está conexión con la Delegación del Gobierno en Madrid pueda servir para seguir avanzando en labores de prevención en la Comunidad, con otras actividades, actos y jornadas en las diferentes áreas de trabajo que se desarrollan desde la institución.