Una de las grandes iniciativas de la Junta Provincial de A Coruña durante el 2024 fueron los Clubs de Salud. Estos programas de intervención sociocomunitaria se diseñaron con el objetivo de fomentar la salud integral de sus participantes en las zonas rurales, mejorando su salud física y emocional y acercando recursos a quienes viven en zonas alejadas de grandes núcleos urbanos. Las localidades en las que se llevó a cabo fueron Vimianzo, Melide y Cedeira, que contaron con estas iniciativas desde junio hasta diciembre de 2024.

Los grupos que participaron en la iniciativa estuvieron compuestos por pacientes oncológicos, supervivientes y familiares, y su éxito se reflejó en gestos como la carta de agradecimiento enviada por uno de los pacientes el pasado mes de diciembre: “No tenía muy claro en qué consistía. Lo asumí como un reto personal. Una oportunidad para salir de casa, romper con la rutina y reencontrarme con personas fuera del círculo familiar y del entorno sanitario en el que he estado inmerso durante tanto tiempo. Al principio —debo admitir— fue un esfuerzo. Mi fuerza de voluntad fue mi mejor aliada en los primeros encuentros, pero con el tiempo, el deseo de asistir se convirtió en algo natural. Cada miércoles esperaba con ilusión el próximo encuentro, y ahora que ha concluido, siento que algo me faltará en las semanas venideras”.

Este programa le “hizo descubrir algo que ignoraba: cuánto necesitamos, a veces, aprender sobre lo básico para cuidar de nosotros mismos. Con empatía y amor lograron enseñarnos no solo a nivel teórico, sino práctico ¿Quién hubiera imaginado que volvería a jugar, dibujar o bailar como cuando era joven? Y lo mejor: no me di cuenta de que estaba ocurriendo. Simplemente, volví a sentirme vivo. Hoy puedo decir con seguridad que mi perspectiva de futuro volvió a iluminarse.”. El paciente, además, señaló los “cambios significativos en mi vida” alcanzados tras participar en el Club de Salud de Melide. En primer lugar, su alimentación “ha mejorado notablemente: consumo más frutas y verduras”. También incrementó su actividad física “adaptándola a mis limitaciones. Ahora disfruto muchísimo de los paseos por el campo, esos que antes posponíamos sin razón”. Además, “duermo mejor” y “adquirí herramientas valiosas para mejorar mi autocontrol, fortalecer mi memoria y comunicarme mejor. Pero, sobre todo, aprendí a volver a socializar, algo que creía haber olvidado”.

La carta finaliza con una emotiva llamada a la participación para todos los que se encuentren atravesando un proceso oncológico. “Estoy convencido de que esta experiencia puede ser igual de transformadora para muchas más personas".

Rocío García de la Barga, responsable de Coordinación Territorial de la Junta Provincial, detalla el impacto de los Clubs de Salud entre otras personas que acudieron. “Participantes nos han trasladado que ha sido interesante no solo por los conceptos, sino para crear una tribu. Una red de ayuda de personas que se han encontrado en un espacio diferente, que se han reconocido como pacientes o familiares y que han generado un lazo de unión y ayuda que va más allá del Club”.

Los Clubs contaron con 21 sesiones que se dividieron en tres grandes bloques: salud emocional, física y social. A través de dinámicas y diferentes actividades lúdicas, se trabajaron conceptos como el autocuidado, la empatía o la resiliencia, entre otros. Además, se aprovechó la idiosincrasia de cada localidad, como la música en Cedeira, la costura en Vimianzo o los paseos y rutas saludables en Melide.

Entre los tres Clubs hubo un total de 78 pacientes derivados —25 en Vimianzo, 20 en Melide y 33 en Cedeira—. Rocío García de la Barga concluye asegurando que “hemos visto un gran potencial del entorno rural a la hora de identificar actores comunitarios que puedan sumar fuerza a los proyectos. Los doctores y centros de salud se han unido como muchísima intensidad, implicación y responsabilidad. También ha contado con personas voluntarias de los municipios que han estado asistiendo día a día. Ellos han sido los artífices de esta red secundaria. Asimismo, hay que hablar de la colaboración de los ayuntamientos, que nos han facilitado espacios e impulso, y por supuesto del apoyo imprescindible de la Consellería de Sanidade. La experiencia como acción comunitaria para unificar recursos en el entorno rural ha sido muy positiva”.