La Cuestación canaliza la solidaridad de A Coruña, Santiago y Ferrol frente al cáncer
El 8 de mayo se celebró la Cuestación de la Asociación en A Coruña, Santiago de Compostela y Ferrol. Los voluntarios volvieron a salir a la calle para demostrar el deseo de la sociedad de hacer frente al cáncer y demostrar su solidaridad. Todas las aportaciones contribuirán a financiar los servicios gratuitos que la Asociación mantiene para ayudar a los pacientes oncológicos y sus familiares, así como la investigación de nuevos proyectos.
Manuel Aguilar, presidente de nuestra Junta Provincial, visitó las mesas repartidas en las calles coruñesas para mostrar su apoyo a los participantes de esta jornada. “Hoy la Asociación está a pie de calle para dar visibilidad al cáncer, apoyar a los pacientes y familiares y potenciar la investigación oncológica, con la vista puesta en alcanzar una supervivencia del 70 % en 2030”, aseguró. Esa meta solo será posible “con la implicación de toda la sociedad, gracias a la generosidad de miles de personas que aportan su granito de arena en nuestras huchas y al trabajo de nuestros maravillosos voluntarios. Su solidaridad es lo que permite que la Asociación haya podido destinar más de 143 millones de euros a financiar 750 proyectos de investigación y ofrecer nuestros servicios gratuitos de apoyo a todo el que lo necesita. Animamos a todo el mundo a que se sume a la lucha contra el cáncer, porque solamente unidos podemos hacer frente a la enfermedad”.
Cristina Romero llevaba poco más de dos semanas como voluntaria cuando se unió a la Cuestación, en la que participó con una actitud positiva y una gran sonrisa. Muchas personas “se acercan directamente a nosotras para aportar lo que pueden. Eso te da fuerzas para continuar”. También destacó el apoyo de sus compañeros, que fue vital durante esta jornada. “Somos una piña”, dijo con orgullo.
Entre las donantes en la Cuestación estuvo la de Elena Martínez, una superviviente del cáncer de mama que reconoce la importancia de seguir avanzando en la investigación y de los esfuerzos de la Asociación. La enfermedad “va a estar en nuestra vida para siempre y alguien tiene que encargarse de ayudar a los que están más desprotegidos o a quienes no tienen más información o medios para los tratamientos”.
Desde que se unió a la Asociación en 2021, Rosa María Mejuto no se ha perdido ni una Cuestación. Al igual que otras voluntarias en Santiago de Compostela, también colaboró durante toda la jornada para apoyar la investigación. “Mi experiencia durante este evento es que la gente está muy abierta. He formado parte de otras muchas iniciativas, pero creo que la Cuestación suele ser la más exitosa. Todos participan porque puede que conozcan a una víctima de la enfermedad o que la hayan padecido. Reconocen su importancia y utilidad”, señaló.
En Ferrol, Errodulba García indicó que la dinámica entre los compañeros durante este día es “fabulosa”. También evidenció que hay personas que no solo se acercan para entregar donativos, sino que también buscan ayuda que los voluntarios ofrecen encantados. “En esta última Cuestación, tres personas me contaron que les habían diagnosticado cáncer. Necesitaban hablar. Charlé un rato con ellos y se fueron contentos o, por lo menos, un poco más tranquilos”.
Otra de las caras conocidas durante la jornada fue la de Jacobo, que ya ha participado en varias cuestaciones desde que se unió al equipo de voluntariado hace cuatro años. La experiencia acumulada durante ese tiempo ha reforzado su convicción respecto a la importancia de colaborar con la Asociación. “La sanación del cáncer pasa por la investigación. Sin ella, no habrá cura. Afortunadamente, hoy en día, muchos pacientes pueden salir completamente libres de algunas de sus variantes si se cogen a tiempo, como yo mismo”. Además, evidenció que “la gente en Galicia suele ser muy solidaria. El que se para a dar suele ser una persona sensible y consciente de lo que está ocurriendo”.
Rosa Lens ha ejercido como voluntaria durante más de 16 años, una labor que sigue llevando a cabo con el mismo ánimo que tuvo en su primer día. “No estamos sentadas nunca, porque de lo contrario no haces nada”, afirmó. “Cuando escuchan que se trata de donar para la lucha contra el cáncer, la gente aporta. A todo el mundo nos toca más o menos de cerca y, por desgracia, se trata de una enfermedad a la que hay que hacer frente”.
En las cuestaciones, Fátima ha vivido muchas experiencias que le han motivado y esta última no ha sido diferente. En esta ocasión, relata, “un chico de unos 26 años se acercó a mí lleno de monedas y empezó a meterlas en mi hucha. Cuando se lo agradecí, me dijo que se había propuesto reunir cada año todo el dinero que pudiera para entregarlo el día de la Cuestación, porque dos amigos suyos y un familiar fallecieron debido al cáncer. Luego me abrazó y se fue”, explicó la voluntaria.