Los voluntarios de la Asociación vuelven a los hospitales
Los programas de Humanización Hospitalaria de la Asociación recuperaron su actividad este mes de octubre con la vuelta de los voluntarios tras las vacaciones de verano. El regreso de estos colaboradores con sus batas blancas supuso una ayuda adicional para los pacientes oncológicos de centros sanitarios de A Coruña —el Centro Oncológico de Galicia, la Unidad de Oncología del Chuac y la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Marítimo de Oza—, Santiago de Compostela —Hospital de Día del Chus— y Ferrol —Hospital de Día del Chuf—. El equipo de voluntariado está presente en estos centros en los siguientes horarios:
- Centro Oncológico de Galicia: martes a viernes, de 10:00 a 12:00 horas.
- Unidad de Oncología del Chuac: martes y jueves, de 17:30 a 19:30 horas.
- Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Marítimo de Oza: miércoles, de 17:30 a 19:30 horas.
- Hospital de Día del Chuf: lunes a viernes, de 11:00 a 13:00 horas.
- Hospital de Día del Chus: miércoles, de 10:00 a 13:00 horas.
“En cualquier hospital, los voluntarios acompañan a pacientes y familiares, facilitan el desahogo emocional e informan, en los casos necesarios, sobre los servicios y las actividades que tiene la Asociación Española Contra el Cáncer a su disposición”, revela Ricardo Calza, responsable de voluntariado de la Junta Provincial de A Coruña. Una forma de aportar esta ayuda es a través del Carrito Don Amable, en el que los voluntarios ofrecen su compañía, así como infusiones, bebidas u aperitivos a quienes están pasando por el tratamiento. Este programa se realiza en el Centro Oncológico de Galicia, y los hospitales públicos de Santiago de Compostela y Ferrol.
“Ellos humanizan la estancia del paciente dentro del hospital. Es cierto que hay muchos sanitarios allí, pero a veces no disponen del tiempo necesario para esta labor. Los voluntarios sí. Esta humanización va desde resolver cuestiones prácticas, como facilitar el contacto con el personal hospitalario, a estar con los pacientes en una habitación para que puedan compartir cuestiones relacionadas o no con el cáncer. Los voluntarios conectan de forma especial porque tienen una experiencia previa relacionada con la enfermedad o por una vocación de servicio a los demás”, declara Ricardo Calza.
Una de las grandes novedades de este año es la integración de un nuevo programa que se llevará a cabo en el aula de Oncología Pediátrica del Chus. Miembros de Voluntariado por la ciencia —conformado por expertos y profesionales de diversas materias— enseñarán las maravillas de la biología o la genética a niños con cáncer. Un ejemplo de los divertidos experimentos de estas sesiones es la extracción del ADN de una fresa. De esta manera, la Asociación espera inspirar el interés por la ciencia entre los más jóvenes. El taller forma parte de las actividades de Ciencia para todos y se realizará el primer martes de cada mes.
Hacerse voluntario implica tanto un esfuerzo como un beneficio que requiere un proceso en tres partes facilitado por la Asociación. En primer lugar, los interesados pasan por una entrevista realizada por las coordinadoras de voluntariado. Esta toma de contacto permite informar y conocer a los candidatos para elegir las actividades en las que vayan a participar. Si una de ellas es la de acudir a los hospitales, se les brinda una formación específica y pasan por una fase de tutorización en la que se incorporan a los centros sanitarios para observar la labor de otros voluntarios durante dos meses aproximadamente. Después, se hace una entrevista individual de seguimiento para comprobar cómo se encuentran de manera personal y en relación con sus compañeros. De esta manera, la Asociación asegura que los participantes en los servicios de voluntariado puedan seguir realizando una labor vital tanto para la entidad como para los pacientes que anhelan su apoyo al afrontar la enfermedad. Todos los interesados en sumarse al equipo de voluntariado de la Asociación pueden informarse en cualquiera de las sedes de la Asociación.