Aplicación modelos animales humanizados para el desarrollo de nuevas inmunoterapias contra el cáncer
La inmunoterapia es un tratamiento basado en utilizar el potencial del sistema inmunitario para poder atacar al tumor. Esta terapia ha revolucionado la oncología por las siguientes razones:
- Involucra a las defensas del propio paciente en la respuesta antitumoral.
- Su toxicidad es generalmente menor.
- Alarga significativamente la supervivencia de algunos pacientes.
Desafortunadamente, menos del 50% de los pacientes responden al tratamiento. Es necesario, por tanto, desarrollar nuevas estrategias de inmunoterapia.
La innovación terapéutica se inicia en el laboratorio, donde se trabaja con células aisladas y animales. Sin embargo, existen importantes diferencias entre los animales de laboratorio y los seres humanos que dificultan que los avances lleguen a los pacientes.
Los injertos de tumores de pacientes en ratones son una aproximación adecuada, pero éstos han de ser implantados en ratones inmunodeprimidos (en los que el sistema inmunitario se encuentra ''apagado''), lo cual impide su empleo en investigación en inmunoterapia. A los ratones se les pueden administrar células inmunes humanas (humanizados), pero esto conlleva, que éstas rechacen los tejidos del ratón y se produzca una enfermedad contra huésped grave. Recientemente, se han desarrollado ratones modificados genéticamente que reducen este problema (optimizados), pero su validación en inmuno-oncología es preliminar.
Aquí proponemos validar el empleo de estos modelos de ratón optimizados en inmunoterapia del cáncer. En noviembre de 2018 iniciamos un programa para la obtención de muestras de pacientes. Evaluaremos si los tumores injertados replican las características del tumor original y si responden de la misma manera a los tratamientos. Posteriormente, emplearemos estos modelos para modular una molécula exclusivamente humana (no presente en el genoma del ratón) llamada IL-8. Dicha molécula la producen las células tumorales para atraer células inmunosupresoras al mismo y protegerlo del ataque por parte de las células inmunes. Utilizaremos fármacos anti-IL-8 que nos permitirán estudiar qué características originales del tumor favorecen la respuesta a los mismos, para así seleccionar mejor a los pacientes que se pueden beneficiar de esta nueva modalidad terapéutica.