Entender el proceso de la resistencia a la quimioterapia para mejorar su eficacia en pacientes con cáncer de mama triple negativo
El cáncer de mama es el más diagnosticado, con más de 33.000 nuevos casos en España en 2019, y el segundo con mayor mortalidad entre mujeres. A pesar de que las tasas de supervivencia han aumentado a lo largo de los años, hay un tipo de cáncer de mama conocido como triple negativo que supone un 10-20% de todos los casos, que es particularmente agresivo y tiende a tener peor prognosis y mayor probabilidad de recaída. A diferencia de otros tumores de mama, los triple negativos no tienen ninguna característica que pueda ser atacada con terapias dirigidas, por lo que se tratan con quimioterapia general. Una de las opciones preferentes para el tratamiento de estas pacientes es la combinación de dos drogas llamadas taxanos y antraciclinas.
Aunque este tratamiento disminuye la progresión tumoral y, en general, aumenta la supervivencia, algunas pacientes apenas responden y acaban desarrollando resistencia y metástasis, que es la principal causa de muerte. Dado que estas dos drogas constituyen la primera línea de tratamiento en cáncer de mama triple negativo y que no existe ninguna alternativa actual, es fundamental entender los mecanismos que permiten a los tumores desarrollar resistencia a los quimioterapéuticos. Esto permitiría aumentar la eficacia del tratamiento y por tanto disminuir en lo posible la recurrencia y las metástasis, mientras que también ayudaría a predecir la respuesta a la quimioterapia y a diseñar terapias más personalizados, todo lo cual supondría una mayor supervivencia de estas pacientes.
Este proyecto propone investigar cómo los tumores triple negativos son capaces de sobrevivir a los tratamientos anti-tumorales. Utilizaremos una tecnología que permite analizar los diferentes tipos de células presentes en el tumor y cómo cambian estas poblaciones en respuesta a la quimioterapia. Además, usaremos técnicas de cribado genético para identificar factores que faciliten la resistencia de las células tumorales a las drogas. Combinando ambas estrategias esperamos encontrar características que predigan la respuesta de las pacientes a la quimioterapia, así como identificar posibles dianas cuya intervención potencie el efecto de los quimioterapéuticos, lo cual podría ayudar a diseñar nuevos tratamientos más efectivos.