hacia nuevas estrategias terapéuticas para el cáncer de hígado: Comprender el papel de la cirrosis hepática en el desarrollo del carcinoma hepatocelular
El cáncer de hígado constituye un serio problema de salud a nivel mundial, tanto por el aumento de su incidencia en las últimas décadas, como por la baja esperanza de vida que presentan los pacientes diagnosticados con este tipo de cáncer. Según los datos del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en España se detectan cada año 6.630 nuevos casos de cáncer de hígado, de los cuales 5.270 fallecen. Este gran número de fallecimientos en parte se debe a la ausencia de tratamientos eficaces. Para desarrollar mejores tratamientos que permitan reducir la mortalidad, uno de los hechos que debemos tener en cuenta es que muchos casos de cáncer de hígado surgen en personas que previamente han desarrollado cirrosis hepática.
La cirrosis es una enfermedad causada por un constante daño hepático debido a diversos factores externos como el consumo de alcohol, el exceso de nutrientes, la obesidad y la falta de ejercicio físico, el consumo de drogas, la hepatitis, etc. Cada vez que el hígado sufre una lesión, este órgano se repara a sí mismo para recuperar sus funciones sin alterar el resto de órganos de nuestro cuerpo. Sin embargo, tal y como hemos señalado antes, si el hígado es constantemente dañado por factores externos, esto conduce a una regeneración crónica y alterada, produciendo cicatrices en dicho órgano dando lugar a lo que se denomina cirrosis que, a su vez, puede evolucionar hacia cáncer de hígado.
En nuestro laboratorio hemos generado el primer modelo animal modificado genéticamente que desarrolla cirrosis. Este modelo animal es único en el mundo y nos permite estudiar el desarrollo del cáncer de hígado a partir de un hígado cirrótico, acercándonos a la realidad de la enfermedad en humanos.
Por lo que, el objetivo de nuestro proyecto es el desarrollo de nuevos fármacos o tratamientos que prevengan o reduzcan la incidencia del cáncer de hígado haciendo uso del modelo de ratón cirrótico generado en nuestro laboratorio. De este modo, seremos capaces de mejorar la esperanza de vida de los pacientes que sufren este tipo de cáncer.
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