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Polímeros terapéuticos para tumores sólidos pediátricos (PT4PST)

200000.00
Ayudas Investigador AECC 2021
Proyecto dirigido por:
Dra. Inmaculada Conejos-Sánchez

Aunque la supervivencia tras el diagnóstico de cáncer infantil ha mejorado tras las últimas décadas, en el caso de tumores sólidos la recaída o progresión ha permanecido estancada durante casi 30 años a pesar de los avances en tratamientos quirúrgicos, radioterapia y la quimioterapia. Además, varios tipos siguen siendo intratables, así como su metástasis. El abordaje de estas enfermedades es insuficiente y se necesitan nuevas terapias eficaces para superar las limitaciones de los enfoques actuales. Las terapias dirigidas capaces de aumentar la eficiencia del tratamiento y eludir la resistencia adquirida a determinados fármacos en los tumores resistentes que provocan recaídas se perfilan como el pilar para el desarrollo de terapias prometedoras.

Este proyecto aborda el diseño y desarrollo de una terapia dirigida innovadora para el tratamiento y monitorización de estos tumores sólidos pediátricos con peores pronósticos o falta de tratamientos eficaces como por ejemplo los tumores cerebrales, neuroblastoma, osteosarcoma, sarcoma de Ewing, tumor de Wilms o rabdomiosarcoma.

Para ello, el grupo de investigación está desarrollando polímeros inteligentes que actúan como vehículos para transportar fármacos cuya eficacia está demostrada pero, debido a su toxicidad, su uso no puede trasladarse a los pacientes. Estos sistemas, denominados polímeros terapéuticos, son capaces de viajar de manera invisible por el cuerpo sin dañar las células sanas y acumularse de manera selectiva en el tumor.

Estos vehículos están hechos del mismo material que las proteínas del cuerpo: de aminoácidos. Gracias a ello, pueden circular sin ser reconocidos por sistema inmunitario hasta alcanzar su objetivo: el tumor, y ser degradados y eliminados por el cuerpo mediante sus mecanismos naturales.

Una vez ahí, el fármaco se libera gracias al diseño de un conector especial entre el fármaco anticáncer y el polímero, que es sensible a estímulos presentes en el tumor, de modo que el fármaco únicamente queda libre cuando se encuentra en ese escenario, evitando así la toxicidad que el fármaco puede provocar al llegar órganos sanos por no estar vehiculizado.

Además, estos polímeros son modulables. Esto quiere decir que por ejemplo permiten transportar dos o más fármacos, creando “terapias de combinación” en el que la presencia de ambos fármacos en un determinado ratio provoca una sinergia, dando lugar a una terapia más eficaz. Además, pueden alojar sondas que permitan diagnosticar y/o monitorizar la enfermedad. Esta sonda permite observar la distribución del polímero terapéutico en el cuerpo, su acumulación en tumor y vías de secreción, así como monitorizar la reducción del tumor.