Nuevos antitumorales dirigidos a estructuras no canónicas del ADN
El dogma central de la biología molecular describe los mecanismos fundamentales de transmisión y expresión de los genes. En él se postula, entre otras cosas, que el ADN es capaz de autorreplicarse, es decir de sintetizar una copia idéntica de sí mismo, lo que permite que la información genética se transmita de células madres a hijas. En las células cancerígenas, el proceso de replicación del ADN está muy acelerado respecto a las células sanas y este hecho diferencial pude ser explotado para fabricar fármacos antitumorales selectivos.
Durante el proceso de replicación del ADN, la doble hélice descubierta por Watson y Crick en 1953, se reorganiza de forma transitoria en otra estructura llamada ADN de tres vías. Esta nueva estructura tiene un hueco central que puede ser ocupado de forma muy selectiva por un tipo de moléculas llamadas helicatos. Este mismo año nuestro grupo de investigación desarrolló unos helicatos construidos con aminoácidos y que contienen iones de hierro o de cobalto, capaces de insertarse en estos huecos del ADN de tres vías en ensayos realizados con células vivas.
Nuestro proyecto propone sustituir los iones de hierro o de cobalto de nuestros helicatos por cobre, de manera que estos nuevos helicatos de cobre no solo tendrán la capacidad de insertarse en el ADN de tres vías, sino también de romperlo una vez se produzca la unión. Esta rotura será letal para la célula y, en principio, mucho más efectiva en células cancerígenas que en sanas, ya que el proceso de replicación está en aquellas muy amplificado. Esperamos que esta nueva metodología abra la puerta al desarrollo de un nuevo tipo de drogas anticancerígenos nunca antes utilizada.