Las bragas y el cáncer 9.12.2011

Hace 13 años

El comienzo:
Tengo 44 años, nací en Tarragona y me he criado en Andalucia, despues de algunos vuelcos me enamore de un catalán (se llama Marc) y me vine a Cataluña, vivo con él desde hace 14 años, tenemos 2 hijos varones, de 7 y 10 años, soy psicóloga y trabajo tambien hace 14 años en un hospital psiquiatrico, los últimos años en un servicio especializado en adolescentes con enfermedades mentales graves. Salvo mi hermano el resto de mi familia tambien vive aqui.
Hace menos de 1 año decidí ir a un médico digestivo, como a Marc la empresa le había ofertado unas condiciones muy buenas para hacerse de mutua acabamos todos perteneciendo a una. Bueno, decidí ir a un digestivo porque hace casi 10 años tengo una queilitis, siempre he tenido la piel de "mala calidad", en realidad se llama atópica y hace 10 años que a rachas tenía una descamación en las comisuras de la boca. Como el dermatologo no lo había resuelto y con el homeopata, aunque al principio me había ido muy bien tampoco, decidi ir a un digestivo. No se me ocurrio sola, simplemente era lo que recomendaban cuando hacia una busqueda en google, "sabe más el diablo por google que por diablo".
Cuando fui al digestivo yo tenía mi queilitos más o menos controlada, me parecía algo insignificante, pensaba que igual el médico me mandaba a freir esparragos, pero no, sin prisa pero sin pausa empezó a pedirme pruebas: una analítica de heces y de orina, un TAC abdominal, un transito..., todo salía negativo, a mi no me gustaba un pelo, temía que un dia me pidiera una colonoscopia. Fui haciendome las pruebas, una que tenía en Navidad me la anularón y cuando fuí a coger nueva hora lo hice en marzo, para hacerla en sábado y no tener que dar explicaciones en el trabajo.
Con el resultado de aquella prueba volvi al especialista, lo malo era que durante esos meses había empezado a tener diarreas y puntualmente sangrar cuando iba al baño, en ocasiones incluso había moco y con frecuencia me sonaban las tripas de un modo escandaloso. En esos momentos pensaba que no era normal pero tiraba de la cadena y me olvidaba, siempre me ha dado mucho apuro hablar de estas cosas, no quería darle ninguna importancia, pensaba "es cosa de la dieta" e iba probando cambios en mi alimentación, tambien pensaba "igual tengo hemorroides" porque las había tenido cuando nació mi hijo mayor.
Pensaba de forma ligra y suprficial, no quería darle importancia y sobretodo no quería hablar de cacas con nadie, ni con el médico.
De vez en cuando buscaba en internet, pense que tal vez tenía un colón irritable o alguna intolerancia alimentaria.
Hace 13 años

Seguiremos tu historia Evads:

Tal vez, los testimonios de tanta gente, sirvan para que otras personas estén alerta ante síntomas que no parecen importantes en principio.

Un abrazo

Hace 13 años

Hola, Evads, no escribo desde hace mucho tiempo aunque si intento entrar a leer los testimonios, acabo de leer el tuyo y me gustaria contarte el mio. Mi familia esta diagnosticada del sindrome de linch (creo que se escribe asi), desde hace mucho tiempo se que tenia la posibilidad de algun dia tener cancer de colon, pero en ningun momento me quito las ganas de vivir, de difrutar de los buenos momentos. En junio de 2010, me diagnosticaron por primera vez, con todo lo que ello tiene de regalo, como yo le digo, colocacion del reservorio, operacion, y quimio y radio, ese año no tube verano, ni navidad, en enero de este año por fin todo termino, recupere mi vida, empece a trabajar y cuando el medico me dejo hice deporte, mi trabajo es considerado duro, sin embargo en ningun momento deje que lo que habia pasado le afectara lo mas minimo, en agosto de este año otro nuevo diagnostico, esta vez fur solo operacion, sin embargo todos los dias me levanto, me miro al espejo y me alegro de poder difrutar de un nuevo dia. Cuando veo mis cicatrices, me siento orgullosa de haber superado todo lo que me a tocado vivir, no me avergüenza que la gente vea la cicatriz del reservorio, ni tampoco el bultito (la mayoria no tiene ni idea de que va), uso braguitas de todos los colores y formas y eso que tengo dos cicatrices, y sabes por que no me siento avergonzada con nada de todo esto, porque lo importante es lo que tiene en el corazon, el fisico tarde o temprano desaparece, pero nuestra esencia nunca desaparece. No me enrollo mas, solo un consejo, no dejes que la enfermedad ponga limites a tu vida, no dejes de hacer nada que te apetezca hacer, sobre todo si te apetece y lo medico te dicen que puedes hacerlo. Si te apetece hablar algo mas mi messenger es pandora3j@hotmail.com