Hace 11 meses

¿CUÁNDO OPERARSE?

 

Yo tenía claro que no quería operarme. Un cuñado en Inglaterra, mayor que yo, había optado por la braquiteápia interna con 'semillas' radioactivas implantadas en el tumor. Le ha ido muy bien, y me planteaba hacer lo mismo. Sabía que en la operación, como mínimo, perdería los vasijos seminales, y me jugaba la erección. Con 60 años todavía tenía una vida sexual.

A la hora de pedir consejo descubrí que los cirujanos aconsejaban la operación mientras que los radiólogos aconsejaban radio. ¿En quién confiar si todos 'barren para casa'?

La literatura, tanto en inglés como en castellano tampoco me ayudaban decidirme ya que los resultados de una opción u otra parecían ofrecer resultados similares, aunque mucho más tarde leí que precisamente la tereapia que había elegido mi cuñado podía tener 'efectos devastadores' en la vida sexual.

Mientras tanto, lentamente el PSA iba subiendo para luego bajar de golpe, el tumor crecía, y su nivel de agresividad también, todo esto dentro del programa de 'vigialncia activa'. Y así años.

Entiendo que los profesionales prefieran dejar la decisión en manos del paciente. Para empezar se ahorran recriminaciones, que o es poco, pero sí echaba en falta información profesional más concreta. Por ejemplo, cuanto más esperas, más complicada se hace la operación, o que el problema de la radio es que te deja la prostata 'fibrosa', y en caso de necesitar una operación después ya será una escabechina. (Esta información me la dió una oncóloga ni cirujana ni radióloga, y a título personal.)

Así iba de cita en cita, de prueba en prueba, a veces con resultados más alentadores, a veces más preocupantes, hasta el día en que vimos que el tumor había dado un empujón repentino en tamaño y agresividad. Se le veía sorprendido y preocupado a mi especialista, y todo se precipitó.

Tengo la suerte de vivir en la capital, me operaban con el robot Da Vinci, y el equipo tiene fama de ser de los mejores del país.

Al final me operó el jefe del equipo, o sea, uno de los mejores del país, el 10 de noviembre del '23, y salí con incontinencia urinaria total, y la pérdida de uno de los dos nervios que controlan la erección.

A día de hoy, principios de mayo, aunque la incontenencia va mejorando, todavía llevo pañal, y no he recuperado la erección. Tengo cita en la pública con fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para junio, pero llevo desde princípios de año con un fisioterapeuta que parece muy profesional.

Resumiéndo, no es una decisión fácil, no encntraba información que me metiera excesiva prisa en tomarla, y tampoco había encontrado este blog, que tanto me ha ayudado en el vacío post-operatorio. Pero si pudiera volver atrás, no esperaría tanto. Me habría operado cuando era una operación más sencilla y con más posibilidades de salir relativamente ileso.

Espero que mi testimonio ayude a otros a decidir cuándo y cómo tratarse, y a todos os deseo muchísima suerte.

Un abrazo.

Tom.