¡Felices 30!
15/09/2014 - 01:48
Este año 2014 me ha traído una noticia dura y bastante chocante, valorando que justamente el día de mi 30 cumpleaños, me citan para hacerme una ecografía de mama.
En mi país de origen, Argentina, ya mi pecho y zona izquierda, empezaba a darme la lata.
Cada vez que me venía la regla, solía darme dolor en esa parte. Aunque no notaba nada raro, fui al médico. Me diagnosticaron displasia mamaria,"una forma anatómica especial de la mama que responde de diversas maneras a los cambios hormonales y produce un aumento del tamaño de la mama y dolor en la segunda parte del ciclo; se produce porque hay mujeres que son más sensibles a estas hormonas y reaccionan con una dilatación de los conductos de la mama, lo que va acompañado de fibrosis, acumulación de líquido y formación de quistes. Esta situación causa dolor, un síntoma que suele estar ausente en el cáncer".
Me dijeron "es algo muy común, no debes preocuparte, muchas mujeres jóvenes lo padecen", no me dieron ningún tratamiento ni tampoco comentaron de hacerme revisiones.
¡Para que más preocuparme!
En 2010 me casé y vine a vivir a Gran Canaria, lugar de nacimiento y residencia de mi marido.
Hará cosa de un año o más, la verdad es que no estoy segura del momento exacto porque los días se escurren por debajo de los dedos, comencé a notar cambios en mi mama, la misma pesada de siempre. Me daban dolores pero se pasaban.
Comparaba ambas mamas, pero la izquierda justo focalizando en el centro del pezón, la zona estaba muy dura y además el pezón retraído.
Será de la dichosa displasia, pensé. Por ahí leí que las pastillas anticonceptivas no eran buenas, asique dejé de tomarlas. Noté mejoría, ya no me dolía, pero ese pezón seguía igual.
Así empezó mi tortura interna, buscando información en internet, y las sospechas estaban, allí acrecentadas en silencio y soledad.
Tengo que ir al médico, tengo que ir...
Fíjense ustedes el miedo que tenía, que este año fui a consulta ginecológica, por una cuestión que la regla me bajaba cada dos meses. Al quitarme las pastillas, me desrregularicé.
Mi médica de cabecera, un poco light, me dijo que no debía habérmelas quitado, que por eso el período estaba así, y le comenté el por qué de la decisión. Le pedí que me revisara el pecho, lo tocó, pero no revirtió mayor preocupación. Le pedí por favor que me derivara al ginecólogo, para que me mandara hacer pruebas.
Más o menos pasado un mes, tengo cita con el ginecólogo. Tampoco dio mayor importancia, que la notaba distinta a la derecha, pero al menos, me mandó hacer una ecografía.
Un mes más tarde, me llaman para la ecografía: 25 de Julio, día de mi cumple.
Al mediodía fui acompañada de mi suegra. La ecografía por lo visto, no arrojaba buenos, resultados, por lo que decidieron hacerme una mamografía. Y con la misma, me hicieron una punción con aguja fina, sobre la axila. Trataron de no preocuparme, que querían hacer las pruebas para descartar cualquier anormalidad y que cuando volviera al ginecólogo, ya tuviese todas las pruebas hechas.
Tanta celeridad, me hacía intuir que no había buenas noticias para mí. Asique el resto del día fue pésimo, muchas dudas y preocupación.
El 5 de septiembre tengo cita con el ginecólogo, pero ya no era el que me derivó, sino del propio sitio donde me hice las pruebas. Ese día fui con mi marido, temía por lo que podían confirmarme.
Con la misma y previamente sin decirme nada, me dicen: el otro día te hicieron una punción con aguja fina, hoy vamos hacerte otra prueba, con aguja un poco más gorda, para extraer tejido.
Mi exterior mantenía la calma, pero por dentro estaba aterrorizada, traumatizada y por supuesto que me dolió mogollón.
Cuando terminó la tortura, me siento al lado de mi esposo y la doctora me dice:
-“Te han dicho algo, sabes algo”. -“No, pero puedo imaginarme lo que me vas a decir”.
-“Pues sí, hemos encontrado células cancerosas”.
Nunca estás lo suficientemente mentalizado para recibir semejante baldazo de agua fría. Rompí a llorar y lo único que me salío decir en ese momento fue “se me truncó la vida”.
En mi país de origen, Argentina, ya mi pecho y zona izquierda, empezaba a darme la lata.
Cada vez que me venía la regla, solía darme dolor en esa parte. Aunque no notaba nada raro, fui al médico. Me diagnosticaron displasia mamaria,"una forma anatómica especial de la mama que responde de diversas maneras a los cambios hormonales y produce un aumento del tamaño de la mama y dolor en la segunda parte del ciclo; se produce porque hay mujeres que son más sensibles a estas hormonas y reaccionan con una dilatación de los conductos de la mama, lo que va acompañado de fibrosis, acumulación de líquido y formación de quistes. Esta situación causa dolor, un síntoma que suele estar ausente en el cáncer".
Me dijeron "es algo muy común, no debes preocuparte, muchas mujeres jóvenes lo padecen", no me dieron ningún tratamiento ni tampoco comentaron de hacerme revisiones.
¡Para que más preocuparme!
En 2010 me casé y vine a vivir a Gran Canaria, lugar de nacimiento y residencia de mi marido.
Hará cosa de un año o más, la verdad es que no estoy segura del momento exacto porque los días se escurren por debajo de los dedos, comencé a notar cambios en mi mama, la misma pesada de siempre. Me daban dolores pero se pasaban.
Comparaba ambas mamas, pero la izquierda justo focalizando en el centro del pezón, la zona estaba muy dura y además el pezón retraído.
Será de la dichosa displasia, pensé. Por ahí leí que las pastillas anticonceptivas no eran buenas, asique dejé de tomarlas. Noté mejoría, ya no me dolía, pero ese pezón seguía igual.
Así empezó mi tortura interna, buscando información en internet, y las sospechas estaban, allí acrecentadas en silencio y soledad.
Tengo que ir al médico, tengo que ir...
Fíjense ustedes el miedo que tenía, que este año fui a consulta ginecológica, por una cuestión que la regla me bajaba cada dos meses. Al quitarme las pastillas, me desrregularicé.
Mi médica de cabecera, un poco light, me dijo que no debía habérmelas quitado, que por eso el período estaba así, y le comenté el por qué de la decisión. Le pedí que me revisara el pecho, lo tocó, pero no revirtió mayor preocupación. Le pedí por favor que me derivara al ginecólogo, para que me mandara hacer pruebas.
Más o menos pasado un mes, tengo cita con el ginecólogo. Tampoco dio mayor importancia, que la notaba distinta a la derecha, pero al menos, me mandó hacer una ecografía.
Un mes más tarde, me llaman para la ecografía: 25 de Julio, día de mi cumple.
Al mediodía fui acompañada de mi suegra. La ecografía por lo visto, no arrojaba buenos, resultados, por lo que decidieron hacerme una mamografía. Y con la misma, me hicieron una punción con aguja fina, sobre la axila. Trataron de no preocuparme, que querían hacer las pruebas para descartar cualquier anormalidad y que cuando volviera al ginecólogo, ya tuviese todas las pruebas hechas.
Tanta celeridad, me hacía intuir que no había buenas noticias para mí. Asique el resto del día fue pésimo, muchas dudas y preocupación.
El 5 de septiembre tengo cita con el ginecólogo, pero ya no era el que me derivó, sino del propio sitio donde me hice las pruebas. Ese día fui con mi marido, temía por lo que podían confirmarme.
Con la misma y previamente sin decirme nada, me dicen: el otro día te hicieron una punción con aguja fina, hoy vamos hacerte otra prueba, con aguja un poco más gorda, para extraer tejido.
Mi exterior mantenía la calma, pero por dentro estaba aterrorizada, traumatizada y por supuesto que me dolió mogollón.
Cuando terminó la tortura, me siento al lado de mi esposo y la doctora me dice:
-“Te han dicho algo, sabes algo”. -“No, pero puedo imaginarme lo que me vas a decir”.
-“Pues sí, hemos encontrado células cancerosas”.
Nunca estás lo suficientemente mentalizado para recibir semejante baldazo de agua fría. Rompí a llorar y lo único que me salío decir en ese momento fue “se me truncó la vida”.
Foro
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Hace 10 años
15/09/2014 - 11:47
Bueno Adela.
Parece que la corriente migratoria, nos ha traido a ambos de aquel lejano lugar, para despertar de una dura realidad que jamas pensariamos tener.
Te animo a seguir en la lucha, puedes contar con mi humilde apoyo incondicional y saldremos adelante TODOS¡¡¡
Fuerza que si ganaremos.
Me ha gustado una reflexion de otro colabroador que dice:....Dios elige los mejores soldados para la batalla.
Seremos como El Apostol Santiago, pero en lugar de montar en un caballo, lucharemos a pie de calle cada dia cada minuto de nuestra larga vida.
No dudes en comunicarte conmigo si necesitas mas fuerzas para luchar.
Aun me sobra muchas mas¡¡¡
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Hace 10 años