Diagnóstico

No existe un programa de cribado o diagnóstico precoz para el glioblastoma debido a la rareza y presentación variable de la enfermedad.

Pruebas diagnósticas

  • Resonancia magnética con contraste: es la prueba principal para detectar el tumor. Es una prueba radiológica que consiste en la administración de un medio contraste endovenoso, y la adquisición de una serie de imágenes que permiten identificar las lesiones tumorales cerebrales, y dan información sobre la localización, extensión y características de dichas lesiones. Pueden dar una orientación inicial sobre la sospecha y el grado de agresividad, que posteriormente se debe confirmar mediante la biopsia del tumor. Es la prueba radiológica más importante para el diagnóstico y monitorización de la respuesta a los tratamientos así como para el seguimiento posterior.
  • Tomografía computarizada: puede utilizarse en urgencias y para descartar complicaciones agudas como sangrados, etc.
  • Biopsia cerebral: para confirmar el diagnóstico y clasificar el tumor. Es la prueba que da el diagnóstico definitivo, y aporta además la información molecular que ayuda a definir una estimación pronóstica.

Clasificación en estadios

El glioblastoma no se clasifica con el sistema TNM habitual, sino que se considera un tumor de grado 4 según la OMS, lo que indica una malignidad y agresividad máximas.

Este contenido ha sido revisado en noviembre de 2025 por María Martínez García. Unidad de Neuro Oncología, Servicio de Oncología Médica. Hospital del Mar y CIOCC HM Delfos, Barcelona.