Consejos para quimioterapia

Lo primero que debes hacer ante la aparición de cualquier síntoma durante la quimioterapia es comunicárselo a tu oncólogo, para que éste inicie, cuanto antes el tratamiento más oportuno.

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Sin embargo existen una serie de recomendaciones que, aunque no hagan desaparecer dichos efectos, pueden ayudarte a sobrellevarlos mejor.
 

Naúseas y vómitos

Si aparecen estos síntomas o sientes cierto malestar, puedes poner en práctica los siguientes consejos:

  • Reparte la comida en pequeñas cantidades, 5-6 veces al día. Come despacio, masticando bien los alimentos.
  • Evita olores desagradables y comidas ricas en grasas (frituras, salsas, quesos grasos, leche entera, etc.) ya que dificultan la digestión.
  • Bebe líquidos fríos a pequeños sorbos a lo largo de todo el día. Es preferible no beber durante las comidas, ya que favorece la sensación de llenado e hinchazón.
  • Descansa después de cada comida, preferiblemente sentada, al menos durante una hora.
  • Evita que la ropa te apriete a la altura del estómago.
  • No olvides tomar la medicación que te haya recetado el médico. 

Aún así, si durante el tratamiento tienes náuseas o vómitos puedes poner en práctica estas recetas de cocina que te ofrecemos

 

Diarrea

Puedes notar un aumento en el número de las deposiciones diarias con emisión de heces de menos consistencia de lo normal. Esto puede ser debido a la quimioterapia administrada. Consúltalo con tu médico en cuanto te sea posible. Algunos fármacos pueden ayudar a controlar este síntoma. 

Te ofrecemos una serie de recetas pobres en grasa y fibra que te favorecerán.

 

Estreñimiento

Por el contrario también puedes notar estreñimiento debido a la quimioterapia o a los fármacos que se administran conjuntamente con ella, para evitar náuseas o vómitos. Consúltalo también con tu médico para buscar una solución.

Las siguientes recetas pueden servirte para aliviar el estreñimiento.

 

Alteraciones en la percepción del sabor de los alimentos

Es aconsejable que modifiques determinadas costumbres a la hora de preparar la comida:

  • Prepara comidas con buen aspecto y olor agradable. Emplea especias o condimentos suaves en su preparación.
  • Realiza enjuagues antes de comer.
  • En el caso de que tengas sabor metálico, sustituye los cubiertos habituales por unos de plástico. 

Una modificación del gusto puede favorecer que dejes de disfrutar de la comida, incluso, que te resulte desagradable. Prueba estas recetas que ofrecemos.

 

Alteraciones en la mucosa de la boca

Es fundamental mantener una buena higiene bucal y dental para reducir el riesgo de complicaciones:

  • Evita cualquier comida que pueda irritar la mucosa, como los ácidos (naranja, limón.), alimentos muy aderezados o salados y alimentos duros, como el pan tostado, snacks etc..
  • Utiliza un cepillo con cerdas suaves (preferiblemente infantil) para evitar lesionar las encías. Utiliza pasta de dientes suave.
  • Cepíllate los dientes después de cada comida (incluido almuerzo y merienda).
  • No utilices colutorios que contengan alcohol que puedan irritar la mucosa.
  • Utiliza el hilo dental para limpiar la placa entre los dientes.
  • No fumes.
  • No consumas bebidas irritantes como alcohol o café.
  • Si tienes dentadura postiza, evita su uso continuado, ya que podrías dañar más la mucosa. Empléala sólo en casos necesarios (para comer o salir a la calle).
  • El médico añadirá, si es preciso, anestésicos locales y tratamiento para evitar la infección por hongos. 

Te indicamos algunas recetas de platos de texturas suaves que no puedan lesionar las mucosas.

 

Alopecia

  • Córtate el cabello muy corto antes de que se inicie la caída del pelo.
  • No utilices tintes ni moldeados o permanentes.
  • Utiliza crema hidratante sobre el cuero cabelludo. 

 

Descenso de los glóbulos rojos

Aunque la anemia aparece independientemente del estilo de vida que lleve, alguna de estas recomendaciones pueden servirte de ayuda para sentirte mejor:

  • Descansa todo lo que necesites. Duerme por lo menos 8 horas por la noche y duerme la siesta.
  • No hagas esfuerzos, ahora no es el momento de demostrar que puedes con todo.
  • Limita tus actividades. Haz sólo lo que sea más importante para tí.
  • Recuerda que el cansancio es debido a la anemia, no a que la enfermedad evoluciona desfavorablemente. 

 

Descenso de los leucocitos

Durante el tiempo que tengas los leucocitos disminuidos es importante que extremes los hábitos higiénicos y tomes una serie de precauciones con el fin de disminuir el riesgo de infección:

  • Evita el contacto con personas que pudieran tener algún tipo de infección (gripe, catarro, varicela…)
  • Existen vacunas que están elaboradas con virus vivos atenuados como la de la gripe. Antes de ponerte cualquier vacuna, comenta a tu médico que estás en tratamiento con quimioterapia. La administración de estas vacunas con las defensas disminuidas puede causarte una infección seria.
  • Asimismo, evita el contacto con personas, incluidos niños, que hayan recibido una vacuna con virus vivo atenuado (gripe, polio, rubéola, sarampión…).
  • Procura tomar medidas para evitar lesiones en la piel, ya que pueden ser un punto de entrada de bacterias:
    • Evita cortar las cutículas.
    • Utiliza guantes cuando estés preparando la comida (pueden protegerte frente a quemaduras y cortes).
    • Si tienes alguna herida en la piel lávala con agua y jabón y añade antiséptico.
    • Lávate las manos frecuentemente y mantén una buena higiene bucal.   

 

Descenso de las plaquetas

Cuando esto ocurre es importante adoptar una serie de medidas o recomendaciones:

  • Ten mucho cuidado con utensilios cortantes, como tijeras, cuchillos etc.
  • Procura evitar las quemaduras como las ocasionadas al cocinar, o con la plancha.
  • No realices deportes de contacto o de riesgo.
  • Evita la depilación con cera o con cuchilla.

Si aprecias una temperatura superior a 38ºC o la aparición de hematomas espontáneamente (sin golpe previo), debes consultarlo con tu oncólogo y acudir al hospital de forma inmediata. Consulta con tu médico cualquier cambio que experimentes en tu estado de ánimo. Adapta la actividad a tus posibilidades reales. Generalmente, estos efectos son temporales y desaparecen una vez finalizado el tratamiento con quimioterapia.