¿Cómo explicar los huecos vacíos en mi CV?

En las sesiones de orientación que habitualmente llevo a cabo me encuentro con una pregunta, que aunque a priori pudiera parecer que no tiene importancia, es vital que sepamos como exponer en nuestro CV y a la hora de realizar una entrevista de trabajo.

 
¿Cómo explico al entrevistador o cómo planteo en mi curriculum vitae el haber estado apartado de la vida profesional durante un periodo de 6 meses, 1 año o el tiempo que haya necesitado para recuperarme de la enfermedad o de cualquier otro contratiempo? Pues efectivamente, la respuesta no es sencilla y a continuación vamos a intentar darle respuesta de manera que ese hándicap lo podamos transformar en un elemento a nuestro favor.

Si pensamos como un seleccionador entenderemos que cuando estás en búsqueda de candidatos, el encontrarte con perfiles con periodos de inactividad no es atractivo, ya que el hecho de haber estado desconectado del mercado laboral puede llevarnos a pensar que el candidato no cuenta con las habilidades, competencias y destrezas técnicas necesarias para ser contratado o bien que su actitud no es la adecuada y por tanto ese es el causante de que no consiga trabajo.

En otros casos nos encontramos con que periodos de inactividad profesional son compensados por periodos en estado de formación, lo cual hace respirar al seleccionador, que contempla aliviado como simplemente su candidato ha hecho una parada en su trayectoria profesional para ampliar conocimientos y ser más empleable.

Hasta aquí todo es bastante coherente y sin duda las personas que lean el CV o te llamen a entrevista lo van a entender pero, en mi caso, ¿cómo explico el haber estado inactivo por causa de la enfermedad? Sin duda lo mejor es ser sincero y natural, es decir, no esconder un hecho que forma parte de nuestra vida y que el seleccionador tendrá que asumir porque forma parte de lo que somos. En las entrevistas de trabajo los seleccionadores agradecemos por encima de cualquier otra cosa el hecho de que los candidatos nos hablen de forma clara y sin tapujos. Cualquier indicio de mentira podrá ser comprobada mediante las referencias u otros mecanismos existentes y eso, la mentira, si que nos dejaría en mal lugar. 

Es aquí cuando llega el momento de presentar lo que hemos aprendido o todo lo que hemos podido sacar de positivo de esta experiencia. El hecho de haber sufrido esta enfermedad o cualquier otra puede haber provocado que florezcan en nosotros habilidades y competencias hasta ahora desconocidas. Aprovéchalas y véndelas como un valor añadido que tu candidatura ofrecería al puesto de trabajo.

Igualmente podemos presentar estas paradas en nuestra vida profesional como un paréntesis, que aunque impuesto, nos ha permitido dedicarnos a otras actividades tales como el voluntariado, que nos han hecho crecer personal y profesionalmente,  gracias a todo lo aprendido.

En definitiva, y como venimos diciendo desde el inicio del post, el secreto para convencer de que estas paradas no nos hacen menos capaces, es tener la habilidad de “vender” ese periodo de inactividad profesional como un momento de crecimiento y de desarrollo que nos han convertido en un mejor profesional, más capacitado y con mayores competencias. Plantear una estrategia y un discurso convincente nos hará ganar puntos en la mente del seleccionador y harán que esos huecos no sean más que una pequeña piedra que en un momento concreto de nuestra vida, se cruzó en nuestro camino.

 

Alejandro Durán Asencio
Responsable de Formación y Consultoría en ConTalento RRHH
@alexdurana