Pronóstico del Linfoma no Hodgkin

Hablar de un pronóstico general en el linfoma no Hodgkin es realmente complicado, ya que bajo esta denominación se incluyen más de 30 subtipos o entidades diferentes. De esta forma, el pronóstico del linfoma no Hodgkin va a depender principalmente del subtipo diagnosticado, pero también del estadio y grado de extensión en el momento del diagnóstico, así como de la respuesta mostrada ante los tratamientos seleccionados por el hematólogo y otros factores que se detallarán a continuación (factores pronósticos).

Las tasas de supervivencia neta a 5 años (porcentaje de personas que siguen vivas 5 años después del diagnóstico) del linfoma no Hodgkin en España es del 62% en hombres y el 68% en mujeres (Cifras del Cáncer en España SEOM 2022). Sin embargo, estas tasas de supervivencia pueden variar sustancialmente en los diferentes tipos y etapas del LNH. Así, de acuerdo con los datos de la American Society of Clinical Oncology en 2022, las tasas de supervivencia a 5 años para el linfoma difuso de células B grandes (que representa casi el 50% de todos los casos de linfomas agresivos) varían desde el 73% en los casos de enfermedad localizada o regional (estadio I y II), hasta el 57% en los casos de enfermedad distante (estadio IV).

Por su parte, las tasas de supervivencia a 5 años para el linfoma folicular (que representa en torno al 70% de todos los casos de linfomas indolentes y el 20% de todos los linfoma no Hodgkin) varían desde el 95% en los casos de enfermedad localizada o regional (estadio I y II), hasta el 85% en los casos de enfermedad distante (estadio IV).

Igualmente se han identificado una serie de factores pronóstico que pueden ayudar a conocer el curso de la enfermedad y determinar el mejor tratamiento posible. Estos factores son distintos en función del subtipo de linfoma no Hodgkin diagnosticado y se agrupan en distintos índices:

Índice Internacional de Pronóstico (IPI)

El Índice Internacional de Pronóstico (IPI) se utiliza en los casos de linfomas agresivos o de alto grado (cuyo ejemplo más representativo es el linfoma difuso de células B grandes) y para ello tiene en cuenta una serie de factores de mal pronóstico:

  1. Edad superior a los 60 años
  2. Diagnóstico del LNH en estadio III o IV según la clasificación de Ann-Arbor
  3. Presencia de enfermedad extraganglionar (se detecta el linfoma fuera de los ganglios linfáticos)
  4. Niveles elevados (por encima del rango normal) de la proteína sérica lactato deshidrogenasa (LDH), que puede ser detectada en un análisis de sangre.
  5. Estado general del paciente deteriorado, generalmente medido mediante la escala ECOG (Eastern Cooperative Oncology Group), que permite valorar la calidad de vida y el estado funcional del paciente oncológico por parte del médico especialista. Se considera que el paciente tiene un factor pronóstico adverso si los valores de ECOG son superiores a 2.

La presencia o ausencia de cada factor de mal pronóstico en el paciente se puntúa de forma distinta (ausencia=0; presencia=1). De esta forma, el índice IPI permite clasificar al paciente en 4 grupos de riesgo en función de la puntuación obtenida, lo que tiene implicaciones en la probabilidad de supervivencia del paciente:

  • Bajo riesgo: Puntuación total 0-1
  • Riesgo intermedio-bajo: Puntuación 2
  • Riesgo intermedio-alto: Puntuación 3
  • Alto riesgo: Puntuación 4-5

Índice Internacional del linfoma folicular (FLIPI)

Este índice es similar al IPI pero en casos de linfomas indolentes como el linfoma folicular. Igualmente se identifican una serie de factores de mal pronóstico:

  1. Edad superior a los 60 años
  2. Diagnóstico del LNH en estadio III o IV según la clasificación de Ann-Arbor
  3. Más de 4 regiones de ganglios afectadas
  4. Niveles elevados (por encima del rango normal) de la proteína sérica lactato deshidrogenasa (LDH), que puede ser detectada en un análisis de sangre.
  5. Niveles elevados de hemoglobina (por encima del rango normal), que puede ser detectada en un análisis de sangre.

La presencia o ausencia de cada factor de mal pronóstico en el paciente se puntúa de forma distinta (ausencia=0; presencia=1). De esta forma, el índice FLIPI permite clasificar al paciente en 3 grupos de riesgo en función de la puntuación obtenida:

Bajo riesgo: Puntuación total 0-1
Riesgo intermedio: Puntuación 2
Riesgo alto: Puntuación igual o superior a 3

 

Este contenido ha sido revisado por la Dra. Sara Alonso Álvarez:

  • Hematóloga clínica / Sección Citogenética Hematológica
  • Servicio de Hematología y Laboratorio de Hematología (Área de Gestión Clínica del Laboratorio de Medicina)
  • Hospital Universitario Central de Asturias