Ingredientes (para cuatro personas)
- 6 huevos
- Para el relleno
- 200 g bacalao (lomo)
- 150 g calabaza
- 125 g queso fresco (tipo burgos; 2 unidades de 62’5 g cada una)
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva extra virgen
- Guarnición
- 1 calabacín
Elaboración
Llevamos a ebullición los huevos partiendo de agua fría. Los cocemos durante 10 minutos, luego los enfriamos y los pelamos. Los partimos por la mitad y les sacamos la yema.
Para hacer el relleno Cocemos el bacalao al vapor durante 6 minutos. Una vez cocido, lo desmigamos con las manos. Por otra parte pelamos la calabaza, la cortamos a trocitos regulares y la cocemos al vapor durante 3 minutos. Cortamos el queso fresco en dados pequeños. En un bol, mezclamos los tres ingredientes con un poco de aceite de oliva. Para la guarnición Lavar y pelar el calabacín. Cortarlo a daditos y cocerlos al vapor durante 2 minutos.
Montaje del plato Rellenar los huevos con la mezcla anterior. Colocar un puñado de calabacín en la base del plato y 3 mitades de huevos encima. Si lo elaboramos sin queso fresco, y quitamos la piel y pepitas del calabacín también se convierte en un plato apto en casos de diarrea una vez superada la fase aguda y para intolerantes a la lactosa. Es un plato de textura blanda por lo cual apto para la inflamación de la mucosa (vigilando siempre no descuidar ninguna espina del bacalao). Es aconsejable en alteraciones del gusto y olfato o en el caso de padecer náuseas, por su suave aroma y poca condimentación y por qué es una preparación para tomar fría. Plato especialmente diseñado para las personas con falta de apetito por su concentración en proteínas de alta calidad.