Cáncer de colon

El cáncer de colon es el tipo de tumor más frecuente o con mayor incidencia en España si consideramos a la población general. En 2023, se realizaron 40.203 nuevos diagnósticos de cáncer colorrectal, siendo el segundo tumor más diagnosticado si diferenciamos por sexos: hubo 24.385 nuevos casos en hombres (después del cáncer de próstata) y 15.818 en mujeres (tras el cáncer de mama).

El cáncer de colon es también uno de los cánceres más frecuentes a nivel mundial. Este tumor afecta al intestino grueso, que es la parte final del aparato digestivo. A veces hablamos de cáncer colorrectal, porque el recto es la última zona que conecta con el exterior por el ano.

Este tipo de tumor tiene unos factores de riesgo asociados que en su mayor parte son evitables, por lo que la adopción de conductas saludables disminuiría el riesgo de presentar esta enfermedad. Por esto, es importante para prevenirlo evitar el consumo de tabaco y alcohol, realizar una dieta saludable con abundancia de frutas, verduras y alimentos ricos en fibra, y evitar el sobrepeso y la obesidad, al igual que el sedentarismo.

Aunque dentro de los riesgos no evitables se encuentra la edad, existe la posibilidad de realizar la detección precoz de este cáncer participando en los programas de cribado.

Así, en España, el sistema público de salud invita a las personas de más de 50 años, a hacerse un Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH). La detección de sangre no visible puede indicar la existencia de lesiones de tipo benigno o de carácter maligno, por lo que se necesita proseguir el estudio.

Con la participación en este proceso de cribado, se pueden encontrar lesiones precancerosas o lesiones malignas en fase localizada. Esto facilita habitualmente el uso de tratamientos menos agresivos y mejora las posibilidades de curación de este tipo de cáncer.

Cuando el tumor crece, el desarrollo de la enfermedad puede afectar a diversas estructuras cercanas: (ganglios linfáticos, otros órganos abdominales) e incluso puede diseminarse a zonas distantes del foco inicial del tumor.

La persona puede presentar entonces diversos síntomas, a veces inespecíficos, generalmente molestias digestivas; o bien aparecer síntomas indicativos de enfermedad avanzada o por diseminación a otros órganos.

Si el diagnóstico se realiza cuando la enfermedad ya ha empezado a manifestarse, se requerirán diferentes pruebas para el diagnóstico preciso y poder identificar la fase en que se encuentra.

La colonoscopia es una de las principales exploraciones diagnósticas, ya que permite visualizar y localizar el tumor, así como coger muestras para analizar en el laboratorio, y poder adecuar el tratamiento a cada paciente.

El tratamiento del cáncer colorrectal con frecuencia requiere cirugía, aunque dependiendo del estadio y localización de la enfermedad puede ser necesario complementar con otros tratamientos como la quimioterapia (u otras terapias sistémicas) o la radioterapia. Por tanto, es muy importante la supervisión y control del paciente por parte de equipos multiprofesionales.

En resumen, el cáncer colorrectal es un tipo de tumor muy frecuente en la población española, pero con muchas posibilidades de prevención y diagnóstico precoz.

Adoptar hábitos saludables de vida permitiría disminuir la incidencia de la enfermedad. Si a esto le sumamos la participación en los cribados por parte de las personas en edad de riesgo intermedio, se conseguiría que los diagnósticos fueran en etapas iniciales, cuyos tratamientos son habitualmente más eficaces y menos agresivos. Esto supone mejoras en la calidad y cantidad de vida de los pacientes.

La información ofrecida en este sitio no sustituye a la consulta médica, sino que pretende ser un complemento o aclaración sobre lo relacionado con el cáncer de colon.

Si necesitas apoyo, la Asociación Española Contra el Cáncer dispone de una serie de servicios y programas para la atención integral de las personas con cáncer:

  • Información: porque un diagnóstico de cáncer impacta siempre a la persona, e incluso a su entorno. La falta de información es la principal fuente de miedo y ansiedad. La información rigurosa puede ayudar a tomar decisiones adecuadas, y a acceder a las ayudas y recursos necesarios para afrontar mejor el proceso de enfermedad. 
  • Apoyo y acompañamiento: atención sanitaria, atención psicológica, atención social y acompañamiento.