Seguimiento y revisiones tras superar un cáncer de colon
Una vez finalizado el tratamiento oncológico, si el cáncer se ha curado, es preciso realizar revisiones periódicas. Son necesarias para confirmar el estado del paciente, seguir y controlar los efectos secundarios del tratamiento, y para instaurar un nuevo tratamiento lo más rápidamente posible si reaparece el cáncer de colon (recidiva).
El riesgo de reaparición de la enfermedad disminuye con el paso del tiempo. Por ello, durante los dos o tres primeros años tras el diagnóstico es aconsejable realizar revisiones más frecuentes y ya durante los años 4º y 5º las revisiones pueden ir espaciándose.
Las pruebas que habitualmente se solicitan en las revisiones periódicas tras la realización de una exploración minuciosa suelen ser las siguientes:
1. Colonoscopia
Permite determinar si el tumor ha reaparecido en el lugar de origen o si se observa algún pólipo nuevo, que sería preciso extirpar para prevenir una evolución maligna. Se recomienda una primera revisión al año tras la cirugía, la siguiente a los tres años y posteriormente cada cinco años. Si en alguna de las colonoscopias se descubre un pólipo, la siguiente revisión se adelantará en función del tipo de pólipo resecado.
2. Analítica completa
Se determinan parámetros que nos indican el funcionamiento del hígado (órgano donde aparecen con más frecuencia las metástasis) y del resto de órganos. Asimismo, se pueden solicitar marcadores tumorales (CEA y Ca 19-9) que sirven de orientación en la evolución de la enfermedad.
3. Ecografía abdominal
Permite visualizar la existencia o no de lesiones en el hígado que nos hagan sospechar aparición de metástasis.
4. Radiografía de tórax
En ella se valora el estado de los pulmones y la posible aparición de lesiones debidas al tumor.
5. TAC torácico-abdominal
Para estudiar todo el organismo con una técnica de mayor definición que la radiografía o la ecografía. Se suele alternar en las revisiones con las dos exploraciones previas. En los primeros dos años las revisiones se harán cada seis meses, a partir de los dos años se podrán espaciar hasta hacerlas de forma anual.
Este contenido ha sido revisado en marzo de 2023 por Blanca Isabel Morón García: Facultativo Especialista en Oncología Médica. Unidad de Tumores Digestivos. Hospital General Universitario Gregorio Marañón.