Seguimiento y revisiones después del cáncer de riñón
Es preciso realizar seguimiento de los pacientes con cáncer renal para controlar diferentes aspectos que pueden presentarse: complicaciones postoperatorias, seguimiento de la función renal, descartar una nueva tumoración local o la aparición de tumor en el riñón del otro lado, evaluar la progresión o diseminación a distancia (aparición de metástasis), hipertensión y patología cardiovascular.
Los seguimientos se deben personalizar basándose en el riesgo de recurrencia, existiendo varios modelos validados para evaluar dicho riesgo.
Si los tumores son grandes (>7 cm) o los márgenes quirúrgicos son positivos, el seguimiento debe ser más estrecho. Así, pueden plantearse seguimientos a 3 meses al comienzo y 6 meses hasta los 3 ó 5 años en función del riesgo. No están bien definidas las pautas de seguimiento a partir de 5 años.
Las pruebas de imagen a realizar suelen ser TAC de tórax y abdomen (una vez al año) y posteriormente cada dos años.
Las pautas de seguimiento las marcará el especialista en función de las características del tumor, su riesgo de recurrencia, tratamientos efectuados y comorbilidades del paciente.