Diagnóstico del mesotelioma

Diagnóstico precoz

El mesotelioma es un cáncer poco frecuente y no existe un cribado poblacional.

Pruebas para la detección del mesotelioma

Al diagnóstico de mesotelioma se llega normalmente cuando un paciente acude al médico por una serie de síntomas compatibles con mesotelioma y el medico sospecha que hay algún motivo (generalmente exposición a asbestos) para realizar una serie de pruebas complementarias adicionales.

Historial médico y examen físico

Al redactar el historial clínico el médico le hará una serie de preguntas para entender bien sus síntomas y posibles factores de riesgo, especialmente la exposición al amianto en el pasado.

Su médico también le examinará para evaluar otras condiciones. En el caso de un mesotelioma pleural, puede suceder que se acumule liquido alrededor de los pulmones en el tórax (lo que se denomina derrame pleural).  En el caso de un mesotelioma peritoneal, se puede acumular liquido en el peritoneo (lo que llamamos ascitis). En un mesotelioma pericárdico, se acumula liquido en el saco que rodea al corazón (derrame pericárdico). Estos acúmulos de líquido pueden escucharse con un estetoscopio o examinando el tórax o el abdomen. En estos casos en los que el historial y el examen físico sugieren que podría haber un mesotelioma, es necesario hacer una serie de pruebas de imagen, análisis de sangre y biopsias.

Diagnóstico del mesotelioma

 

Pruebas de Imagen

Las pruebas de imagen utilizan bien rayos X, partículas radioactivas, ondas sonoras o campos magnéticos para generar imágenes del interior del organismo. Se pueden realizar pruebas de imagen para:

  • Visualizar áreas sospechosas que podrían tener cáncer,
  • Analizar si el cáncer se ha propagado y hasta qué punto,

Radiografía de tórax

La radiografía suele ser la primera prueba que se realiza para detectar cualquier problema en los pulmones. Los hallazgos que podrían sugerir un mesotelioma incluyen el engrosamiento anormal de la pleura, depósitos de calcio en la pleura, liquido en el espacio entre los pulmones y la pared torácica o cambios en los pulmones como resultado de la exposición al amianto.

Tomografía computarizada (TC)

La tomografía computarizada utiliza rayos X para generar imágenes transversales detalladas (como cortes) del cuerpo. Las tomografías computarizadas se utilizan a menudo para ayudar a buscar mesotelioma y encontrar la ubicación exacta del cáncer.  También pueden ayudar a determinar el estadio (la extensión) del cáncer. Por ejemplo, pueden mostrar si el cáncer se ha extendido a otras localizaciones. Esto es sin duda de ayuda para evaluar el tratamiento, decidir si la cirugía puede ser una opción o no etc. Además, las tomografías computarizadas también pueden ser útiles para evaluar si un tratamiento, tipo la quimioterapia, están siendo eficaces y reduciendo el tumor.

Ecocardiograma

Es una ecografía del corazón que su médico le podrá realizar si sospecha que existe un derrame pericárdico.

Tomografía por emisión de positrones (PET)

Para realizar una PET es necesario inocular de forma intravenosa una sustancia radioactiva (cantidad muy baja de radioactividad).
Esta imagen obtenida por PET puede indicar si ha habido un engrosamiento de la pleura o del peritoneo, o puede indicar también si ha habido una diseminación hacia los ganglios linfáticos u otras zonas del cuerpo (metástasis).

PET/ CT

Algunas máquinas pueden realizar en al mismo tiempo una exploración PET y CT. Esto permite localizar las zonas de mayor concentración radiactiva, el tumor, en una imagen muy detallada que nos da la CT.

Resonancia magnética (MRI)

Al igual que las tomografías computarizadas, las resonancias magnéticas muestran imágenes detalladas de los tejidos blandos del cuerpo. Pero las resonancias magnéticas utilizan ondas de radio e imanes potentes en lugar de rayos X. A menudo se inyecta un material de contraste llamado gadolinio en una vena antes de la exploración para mostrar mejor los detalles. Las imágenes de MRI pueden ayudar a mostrar la ubicación exacta y la extensión del tumor. En el caso de un mesotelioma pleural una MRI puede ser útil para valorar la afectación del diafragma (pared entre el tórax y el abdomen) que suele ser un sito preferencial de metástasis para este tumor.

Pruebas de fluidos y tejidos

Los síntomas y los resultados de las pruebas de imagen pueden sugerir que una persona tiene mesotelioma, sobre todo si existe un antecedente laboral de exposición al amianto. Para el diagnóstico definitivo, es necesario extraer células de una zona anormal o sospechosa (como un área de la pleura que esté engrosada o con nódulos), y observándolas con un microscopio. Esto se llama biopsia. Se puede hacer de diferentes maneras.

  • Extracción de líquido para realizar pruebas: 

Si hay una acumulación de líquido en una parte del cuerpo que se sospecha que podría deberse a un mesotelioma, se puede extraer una muestra de este líquido introduciendo una aguja. A veces se utiliza una ecografía (o un ecocardiograma) para guiar la aguja. Este procedimiento tiene diferentes nombres dependiendo de dónde se encuentre el líquido:

- La toracocentesis si se extrae líquido del tórax.
- La paracentesis si el líquido procede del abdomen.
- La pericardiocentesis extrae líquido del saco (pericardio) que rodea el corazón.

Luego se analiza el líquido y se observa con un microscopio para ver si contiene células cancerosas. A esto se le llama “citología”. Si se encuentran células cancerosas, se pueden realizar pruebas especiales para ver si el cáncer es un mesotelioma, un cáncer de pulmón u otro tipo de cáncer. Incluso si no se encuentran células cancerosas en el líquido, una persona aún podría tener cáncer. Es importante saber que el mesotelioma es difícil de diagnosticar solo observando líquido y que, en muchos casos, los médicos necesitan obtener una muestra de tejido del mesotelio (pleura, peritoneo o pericardio) para confirmar con seguridad que una persona tiene mesotelioma, y definir el subtipo.

Biopsias con aguja gruesa (BAG)

Consiste en pasar una aguja larga y delgada a través de la piel del pecho, entre las costillas, hasta llegar a la pleura para extraer con la aguja pequeños trozos del tumor.  Con frecuencia se utilizan técnicas de imagen como el TC, para guiar la aguja hacia el interior del tumor de forma precisa. Este procedimiento se hace utilizando anestesia local (como en el dentista), para dormir la zona superficial y que duela lo menos posible. El paciente se encuentra despierto durante el procedimiento. A pesar de la anestesia local, puede ser molesto.

Las biopsias con aguja no requieren normalmente de una incisión quirúrgica ni de una noche de hospitalización, pero a veces la muestra extraída no es lo suficientemente grande como para hacer un diagnóstico preciso y se necesita un método de biopsia más invasivo.

Además, existen algunos riesgos al realizar una biopsia con aguja, que son muy poco frecuentes. En algunas ocasiones, tras el procedimiento entra aire que se acumula en el espacio entre el pulmón y la pared torácica (lo que se conoce como neumotórax). Cuando esto ocurre, lo habitual es que no cause ningún síntoma y que solo se vea en una radiografía realizada después de la biopsia, y a menudo desaparece por sí sola. Sin embargo, un neumotórax más grande puede llegar a dar un colapso pulmonar y que deba tratarse. El tratamiento consiste en colocar un tubo pequeño y flexible (un catéter) a través de la piel hasta el espacio entre los pulmones que se utiliza para aspirar el aire y volver a expandir el pulmón. Otro riesgo muy infrecuente es el sangrado.

Biopsias endoscópicas

La biopsia endoscópica se utiliza frecuentemente para diagnosticar el mesotelioma, ya que es la técnica que permite obtener una mayor cantidad de tejido tumoral, si bien es más invasiva. Un endoscopio es un instrumento delgado con forma de tubo que finaliza en una luz y una lente (o una pequeña cámara de video) y permite observar dentro de su cuerpo. Además, se pueden utilizar herramientas a través del endoscopio para extraer muestras de tejido o biopsias.

Los endoscopios y las técnicas en las que se utilizan tienen diferentes nombres según la parte del cuerpo donde se emplean:

  • Toracoscopia: en este procedimiento se utiliza un endoscopio llamado toracoscopio para observar el interior del tórax, la pleura y tomar muestras de tejido para biopsiar. La toracoscopia se realiza normalmente en el quirófano con anestesia general. Durante la toracoscopia se puede observar la zona afectada, extraer pequeños trozos de tejido, ganglios linfáticos y líquido para analizarlos. Es posible que puedan ver si un tumor está creciendo en tejidos u órganos cercanos. 
  • Laparoscopia: para esta prueba, el médico utiliza un endoscopio llamado laparoscopio para observar el interior del abdomen y realizar una biopsia de cualquier tumor allí.  Se realiza en el quirófano bajo anestesia general. El laparoscopio se introduce en el abdomen a través de pequeños cortes en la parte frontal del abdomen.
  • Mediastinoscopia: si las pruebas de imágenes sugieren que el cáncer podría haberse diseminado a los ganglios linfáticos entre los pulmones, es posible que el médico quiera tomar muestras de algunos de ellos para ver si realmente contienen cáncer. El área entre los pulmones se llama mediastino y observarla con un endoscopio se llama mediastinoscopia. Se hace en el quirófano bajo anestesia general. 
  • Biopsia con aguja por ultrasonido endobronquial: los cánceres de pulmón a menudo se diseminan a los ganglios linfáticos, pero los mesoteliomas lo hacen con menos frecuencia. Examinar los ganglios linfáticos puede ayudar a mostrar si el cáncer ha comenzado a propagarse, lo que podría afectar las opciones de tratamiento. Para esta prueba, se pasa un broncoscopio (un tubo de fibra óptica largo, delgado y flexible) con un dispositivo de ultrasonido en la punta por la garganta hasta la tráquea. La ecografía le permite al médico ver los ganglios linfáticos cercanos. Se pasa una aguja hueca por el broncoscopio y a través de la pared de las vías respiratorias hasta los ganglios para tomar muestras de biopsia. Este procedimiento se puede realizar con anestesia general o local y un sedante ligero.
  • Biopsia quirúrgica abierta: a veces, las biopsias endoscópicas no son suficientes para hacer un diagnóstico, por lo que se necesitan procedimientos más invasivos. Al hacer una incisión en el tórax (toracotomía) o en el abdomen (laparotomía), el cirujano puede extirpar una muestra más grande de tumor o, a veces, extirpar todo el tumor.

Análisis de las biopsias en laboratorio

Una vez obtenidas las muestras de biopsia y/o de líquido, éstas se deben analizar en el laboratorio de anatomía patológica, donde el patólogo observará las células al microscopio y determinará si contienen células cancerosas y de qué tipo. A menudo es difícil diagnosticar el mesotelioma pues las células malignas se parecen a otros tipos de cáncer. Por ejemplo, el mesotelioma pleural puede parecerse mucho a algunos tipos de cáncer de pulmón, y el mesotelioma peritoneal en las mujeres puede parecerse a algunos cánceres de ovario.

Para ayudar a discernir, a menudo se realizan pruebas de inmunohistoquímica con marcadores mesoteliales (proteínas que están presentes sólo en las células del mesotelio) versus marcadores epiteliales, y pruebas bioquímicas específicas para ayudar a diferenciar el mesotelioma de otros tipos de cáncer. Si se diagnostica como mesotelioma, el médico anatomopatólogo también determinará qué tipo de mesotelioma es, basándose en los patrones de células que se observan en el microscopio. La mayoría de los mesoteliomas se clasifican como epitelioides, sarcomatoides o mixtos/bifásicos.

Pruebas de función pulmonar

Si se ha diagnosticado un mesotelioma pleural, se pueden realizar pruebas de función pulmonar (PFT). Esto es especialmente importante si la cirugía puede ser una opción para tratar el cáncer. La cirugía a menudo requiere extirpar parte o la totalidad de un pulmón, por lo que es importante saber cómo están funcionando los pulmones. Estas pruebas pueden darle al cirujano una idea de si la cirugía puede ser una opción y, de ser así, cuánto pulmón se puede extirpar de manera segura. Existen algunos tipos diferentes de PFT, pero básicamente se inhala y exhala a través de un tubo conectado a una máquina que mide el flujo de aire y la cantidad de aire que pueden contener los pulmones.

Clasificación del mesotelioma en estadios

Después de diagnosticar el mesotelioma maligno, el siguiente paso es tratar de determinar si se ha propagado y, de ser así, hasta qué punto, clasificando el tumor según su estadio. El estadio describe la etapa o la fase en la que se encuentra el cáncer y describe cuánto de avanzado está.

Las etapas del mesotelioma van desde I (1) hasta IV (4), cuanto menor es el número, menos se ha extendido el cáncer y un número más alto, como el estadio IV, significa que el cáncer se ha propagado más.

¿Cómo se determina el estadio?

El mesotelioma pleural maligno (MPM), el tipo más común de mesotelioma, es el único que tiene un sistema de estadificación formal.

El sistema de estadificación más utilizado para MPM es el sistema TNM que se basa en tres datos clave y que pueden ser determinados por las pruebas anteriormente descritas:

  • El tamaño del tumor principal (T): ¿Hasta dónde se ha diseminado el cáncer en la pleura? ¿Se ha extendido a estructuras cercanas? ¿Se puede eliminar con cirugía?
  • La propagación a los ganglios linfáticos cercanos (N): ¿Se ha propagado el cáncer a los ganglios linfáticos cercanos?
  • La diseminación (metástasis) a sitios distantes (M): ¿Se ha diseminado el cáncer a órganos distantes, como los huesos, el hígado, los pulmones o la pleura (revestimiento del pulmón) en el otro lado del cuerpo, o el peritoneo (el revestimiento del abdomen)?

Los números después de T, N y M más altos significan que el cáncer está más avanzado.

A partir de enero de 2018, y solo para los MPM, se utiliza el sistema AJCC. Una vez que se han determinado las categorías T, N y M del tumor de un paciente, esta información se combina con la etapa clínica basada en los resultados de un examen físico, la biopsia y las pruebas de imágenes. 

La estadificación del cáncer puede ser compleja, así que es importante pedir ayuda al médico para que se la explique de una manera que pueda comprender.

Clasificación del mesotelioma según la opción quirúrgica

El sistema TNM agrupa los tumores en estadios que ayudan a dar a los médicos una idea sobre el pronóstico de una persona. Pero para fines de tratamiento, los médicos suelen utilizar un sistema más simple, basado en si es posible extirpar el cáncer o no, es decir si el cáncer es resecable (donde se considera todo el tumor visible se puede extirpar mediante cirugía) o irresecable (se considera que no se puede extirpar todo el cáncer mediante cirugía).

Sin embargo, el mesotelioma es un tumor de características únicas, que al originarse en el mesotelio, tiende a crecer a lo largo del mismo, y a invadir localmente estructuras cercanas. En cambio, tiene menos tendencia a producir metástasis a distancia (en otros órganos). 

Incluso en estadios o fases tempranas (es decir, cuando aún no ha invadido los ganglios u otros órganos lejanos), el mesotelioma es un tumor muy difícil de operar, ya que raramente se consigue extirparlo completamente sin dejar ningún resto de células tumorales. Es importante recalcar que, por este motivo, la cirugía únicamente se considera en casos muy seleccionados: pacientes con tumores pequeños, que no invaden muchas estructuras cercanas ni ganglios, de subtipo epitelioide, y con muy buena salud, como para poder pasar por una cirugía. Y esta cirugía de mesotelioma siempre debe realizarse en centros con experiencia, en hospitales grandes con cirujanos torácicos que tengan experiencia operando este tipo de tumores.

Pronóstico y supervivencia

Los médicos suelen utilizar las tasas de supervivencia como forma estándar de analizar el pronóstico de una persona. Estos números no pueden decir con exactitud cuánto tiempo vivirá un paciente, pero podrían ayudarlo a comprender mejor su pronóstico. Algunos pacientes quieren conocer las estadísticas de supervivencia de pacientes en situaciones similares, mientras que otros pueden no encontrar las cifras útiles o incluso no querer conocerlas.

Es importante tener en cuenta que las tasas de supervivencia son estimaciones y, que a menudo, se basan en resultados anteriores de un gran número de personas que tuvieron ese cáncer específico, pero no pueden predecir lo que sucederá en el caso de una persona en particular. Estas estadísticas pueden resultar confusas y pueden generar más dudas por eso es importante preguntar al médico, que está familiarizado con su situación, cómo se pueden aplicar estos números a usted.

Este contenido ha sido revisado en febrero de 2024 por Miguel García Pardo, MD. Unidad de Tumores Torácicos, Servicio de Oncología Médica. Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid.

Fuente: Imagen de Freepik